martes, 10 de julio de 2007

Olvidando a Tokio...

De las cosas que uno quiere o 'ama' y se tienen que quedar atrás por diferentes cuestiones, ya sea que se dejen por ir en busca de otra cosa que se 'quiere', o porque hay una fuerza mayor que se interpone a nuestros deseos; de eso se trata este post.

Y es que en los últimos días, en los que abandoné este sitio, me topé con varias imágenes y eventos que me traían una y otra vez las ideas de cambio y olvido a la cabeza, charlas con amigos, el cine, la música, un libro.


Hace unos días me encontré con un libro de Ray Loriga titulado "Tokio ya no nos quiere", se trata de una novela que si bien fue bastante criticada por su falta de calidad narrativa y sus altas pretensiones (factores que pude comprobar), toma una historia muy interesante con una temática bastante explotada en los últimos años, el deseo de olvidar, cual Eternal Sunshine of a Spotless Mind, Tokio es la historia cruzada de varios personajes que tiene muchas cosas que olvidar y la capacidad de una persona de proporcionar esto que los ayuda a alcanzar sus deseos.


Finalmente, el Camello (diría Sabina) es víctima de ese mismo dolor cuasideseo de olvidar, tiene mucho que borrar y cae en el error de consumir sus mismos productos, la narración no tiene fuerza, pero aquí no criticamos los libros, Loriga presenta una tragedia de lo que es olvidar y aún peor, no recordar que en principio se querían eliminar esos recuerdos.


Hace unos momentos, mientras me encontraba en un post de una gatita, que ahora es más aguada y hace trabajos dignos de esclavo del siglo XIX, sonaba en el aleatorio una canción (que a eso si le hacemos) con un poco del mismo sentimiento de distancia y olvido del que hablan Loriga y Gondry en sus respectivas obras.



Deleted Scenes se trata del tercer sencillo del álbum
Disaffected de Piano Magic, un tema que habla un poco del desencanto, de lo que queda atrás cuando uno trata de huir, me recuerda esta ciudad, bella ciudad de México, a veces deprimente, muy mojada en los últimos días, la amo pero no puedo permanecer aquí.

Sin embargo, ese sentimiento no perdura todo el tiempo, me viene a la mente esa pieza que musicaliza el Eterno Resplandor..., y aunque con la misma nostalgia, en Everybody's gotta learn sometimes de Beck el sentimiento se transforma, no es sórdido y frío, hay algo más, la música es algo más, todo se puede cambiar.


Ah que azotado soy.

1 comentario:

Srta. Maquiavélica dijo...

wowoww me gusto tu post¡¡ de como entrelazaste cada movie¡¡oye perdido en tokio no la he visto¡ en serio me la recomiendas?? niño me gusta leerte¡¡ eres interesante¡¡ ah y como olvidar la de eterno resplandor ahhhhh
besitos maquiavelicos